El dólar abrió en baja en el primer día de operaciones tras los anuncios económicos realizados el viernes pasado pero la demanda se mantuvo durante la jornada y empujó a la cotización, que cerró en $22,33, cinco centavos por encima del viernes.
En las primeras horas de la rueda, la divisa estadounidense cayó en el mercado minorista y se vendía a $22,20, según el promedio de bancos y entidades financieras que elabora diariamente el Banco Central . Sin embargo, pasado el mediodía revirtió la tendencia y comenzó a escalar.
En ese contexto, el BCRA volvió a intervenir para frenar la escalada. En las primeras horas del día, la entidad elevó al 38% la tasa de interés para las Lebacs a menor plazo (a junio) en el mercado secundario, aunque no logró revertir la suba.
"Lo que muestra este movimiento es que para el mercado las medidas no han sido suficientes. Si hubiera sido así, debería haber generado una venta fuerte de dólares y al obligar a los bancos a desarmar posiciones, la oferta de divisas tendría que ser mayor. Pero no está alcanzando. Es mayor la desconfianza y las ganas de salir de posiciones argentinas", dijo a LA NACION una fuente que sigue de cerca la dinámica cambiaria.
En el segmento mayorista, en tanto, la divisa abrió a $22,85 y en una primera instancia bajó hasta los $21,60. No obstante, luego revirtió la tendencia y cerró en $21,96. El viernes había concluido la jornada en $21,90.
La semana pasada, la divisa estadounidense había cerrado en $22,28, lo cual implicó una devaluación de $1,40 en la semana (6,7%) en la que llegó a un máximo histórico de $22,99 el jueves.
Ante una fuerte corrida contra el peso, el BCRA dispuso su tercer ajuste en la tasa de interés de referencia (las había llevado del 27,25% al 30,25% y luego al 33,25%) y las fijó en 40%, además de reducir del 30% al 10% el tope de tenencias de dólares a los bancos.
El Ministerio de Hacienda, en tanto, dispuso un endurecimiento de las metas fiscalespara este año, que pasaron del inicial 3,2% del PBI al 2,7%. En el primer trimestre del año, el déficit primario (no contempla el pago de intereses de deuda) totalizó $31.001 millones, equivalente al 0,3% del PBI (la meta era 0,6%).
Fuente: La Nación.