Desde que comenzó la crisis cambiaria, desde el 25 de abril, los certificados de acciones locales que cotizan en Wall Street, conocidos como ADR, tuvieron caídas que llegaron a alcanzar valores cercanos al 80 por ciento.
Cuando comenzó la turbulencia, las 19 empresas que cotizan con esta modalidad tenían de manera conjunta un market cap, o valor bursátil de mercado, de poco más de USD 122.000 millones. Al cierre de ayer, ese total ascendía a USD 83.600 millones. O sea, perdieron un 31% de su valor. Casi un tercio.
Las acciones de los bancos fueron las más golpeadas y sólo se "salvó" Mercado Libre, la plataforma de e-commerce que en esos cuatro meses creció un 12 por ciento, solventada por sus crecientes negocios en toda la región, sobre todo en Brasil y Argentina.
Banco Supervielle tuvo el market cap más perjudicado en el período, con una caída de 78%: valía USD 2.410 millones en abril y ahora apenas USD 526 millones. Le siguieron Banco Galicia (-64%), Banco Francés BBVA (-63%) y Banco Macro (-60%). Al aumentar el riesgo país, los bonos fueron perdiendo valor y, por lo tanto, el peso de esas tenencias de títulos públicos terminó impactando en su patrimonio. Además, en esos meses, y como parte del refuerzo de la política fiscal y monetaria que impulsa el Gobierno, se movieron los encajes bancarios, algo que también afectó fuertemente a los patrimonios.
Después, la baja sigue con dos empresas impactadas por cuestiones tarifarias: Pampa (-60%), Edenor (-57%) y Central Puerto (41%).
"Fue otra jornada de gran tensión cambiaria la que vivió la city porteña. La divisa norteamericana cerró dejando una fuerte suba del 7%, todo porque no gustaron las declaraciones del presidente Macri. Lamentablemente los mercados no le creyeron y finalizaron la rueda con importantes retroceso. Esto último se vio muy claro en la cotización de los ADRs Argentinos", sintetizó Eduardo Fernández, de Rava Bursátil.
"Para explicar lo que pasa con los ADR hay que ir más atrás aún en el tiempo, a diciembre. Hubo tres hechos entrelazados. Comenzó a subir la tasa de referencia mundial, el bono de EEUU, que empujó el dólar y cayeron los commodities. En el plano local, el 28D, donde Sturzenegger quedó en un segundo plano. La tasa siguió subiendo y los emergentes quedaron bajo presión. La caída de las acciones y el valor de estas empresas tiene que ver con estos factores y con la asignación de portafolios: mucha plata que hacía dinero en emergentes, tanto en acciones, bonos y depósitos, se volvió a casa", explica Gustavo Neffa, de Research for Traders.
"El déficit de cuenta corriente es altísimo y el déficit fiscal, del que Gobierno está tomando nota, da mucha vulnerabilidad. Para las empresas esto es letal y hay que sumarle el tema del mayor escándalo de corrupción de la historia. Las acciones reflejan lo que va a venir en la economía, por eso se derrumbaron en el primer semestre", asegura el analista.
"En 2017, Argentina fue, después de Mongolia, la bolsa que más subió. Había flujo favorable y ahora no, nadie compra Argentina. La FED saca dólares y quizás el país se acerque a un nivel que puede ser atractivo para algunos inversores profesionales, pero los riesgo son altos y puede haber aún más caída, sobre todo las empresa que van a perder el ajuste tarifario, agrega Miguel Ángel Boggiano, de Carta Financiera. "No creo que los cuadernos sean tan determinantes en la caída de los ADR, pero es difícil ser optimista con las acciones locales, al menos hasta que no cambie la tendencia", dice.
Más allá de los meses de la crisis cambiaria, ayer puntualmente también fue un día complicado para los ADR. Las energéticas fueron las que más sintieron la presión externa, con Edenor (-9,8%) y Edenor (-6,77%) a la cabeza. Siguieron los bancos: Macro (-9,27%) y Galicia (-8,45%).
Con un balance en rojo desde el comienzo de la crisis, la mayoría de las grandes empresas locales esperan mejores vientos para sus papeles que cotizan en Wall Street. El escenario no parece favorable.