El martes 13 es una fecha llena de supersticiones y mitos. Y aunque muchos no crean en su simbología (como los que no creen en brujas…”pero que las hay, las hay”) muchos otros evitan algunas actividades. “Martes 13, no te cases ni te embarques ni de tu casa te apartes”, reza el dicho popular. Pero ¿de dónde viene este mito?
La connotación negativa otorgada a cada martes 13 está rodeada de muchas supersticiones, y muchos lo consideran de mal augurio. Aunque en los países anglosajones la fecha fatídica es viernes, no martes. Pero para la cultura española, la griega y la de diversos países americanos, entre los que se encuentra Argentina el día “para cuidarse” es el martes.
¿Por qué un martes?
Una de las principales teorías señala que la caída del Imperio Romano en Constantinopla ocurrió un martes 13 en 1453. Además, ese día hubo un eclipse lunar y un fuerte temporal evitó que el imperio recibiese apoyo. Esto fue un duro golpe para las potencias cristianas y ese mismo día pasó a considerarse definitivamente como una fecha de mala suerte.
Por otro lado, en la mitología romana, la palabra “martes” está relacionada con el “planeta Marte”, que a su vez está vinculado con el “Dios de la Guerra“. Es por esta razón que este, para algunas personas, está ligado a la muerte y la violencia.
¿Por qué el 13 es de mala suerte?
El número 13 para algunos cristianos es de mala suerte porque en la última cena de Jesús había 13 integrantes. Estos eran los 12 apóstoles y Jesús. Es Judas, el traidor, el considerado el número 13.
En la mitololgía nórdica también el 13 es un número poco querido: Loki, el dios tramposo, maligno y atrevido fue el treceavo invitado en una catastrófica cena de dioses en el Valhalla.
En el libro bíblico de las Revelaciones aparece la llegada del anticristo en el capítulo 13, lo cuál coincide con la carta que representa a La Muerte en el Tarot. La cábala judía se refiere a los 13 espíritus del mal, y fue un 13 de octubre de 1307 cuando más de cien caballeros templarios fueron arrestados en Francia por el rey Felipe IV.
Una fobia simple con nombre complicado
Más allá de las supersticiones y los cuidados “por las dudas”, muchas personas alrededor del mundo sufren una fobia real ante esta fecha. Ese temor ingobernable tiene un nombre casi impromunciable: Trezidavomartiofobia.