Caminando por el centro de Búzios, encontramos a una familia sanmartiniana, que por la difícil situación económica que atraviesa el País, decidió buscar nuevos horizontes.
Sin dudas no es una historia más, ni una loca travesía que emprendieron dos jóvenes vecinos de San Martín. Fue una decisión tomada en familia y con el dolor grande de tener que dejar en el camino los afectos y las raíces. Hace seis meses, con sus valijas llenas de sueños, dejaron su San Martín para instalarse en una de las zonas más turísticas de Brasil, Búzios. Con sus ganas de progresar, no solo en el aspecto personal, sino familiar para brindarles a sus hijos, dos nenes uno de 10 meses y otro de 7 años, todo lo que ellos necesitan.
Ludmila Díaz y Matías Araujo son los protagonistas de esta historia, ella nos cuenta como se tomó la decisión “Mi papá hace 7 años empezó con este restaurante, que hoy en día es muy conocido en la zona, la situación cada vez era peor en Argentina, no nos alcanzaba para llegar a fin de mes. Tuvimos muchas charlas en familia para poder tomar esta decisión, pero vimos que era necesario, teníamos trabajo y casa, hoy, no nos arrepentimos de haber tomado este camino. Acá estamos progresando día a día, soy la encargada de este local y la verdad que nos cambió la vida para bien. No dejamos de pensar en nuestros afectos que se quedaron en San Martín, pero sabemos que ellos van a estar siempre, al igual que nosotros. Nuestros hijos son lo más importante que tenemos y por ellos hacemos esto, queremos darle todo lo que necesiten y acá sin dudas lo vamos a hacer”. Ante nuestra consulta sobre si en la Argentina las cosas estarían bien ¿Hubiesen tomado esta decisión? Y nos respondió “No, si las cosas hubiesen estado bien apostamos a quedarnos, allá tenemos todo, pero la situación ya no daba para más, hemos dejado muchas cosas que nos duelen, pero aquí está nuestro futuro y el de nuestros hijos” Concluyó Ludmila.
Si vas a Búzios no dejes de visitar en la peatonal Rua das Pedras el restaurante “A las Brasas” con el sabor bien argentino en sus platos. Además de la mejor atención por parte de su personal. Gracias Ludmila y Matías, seguramente la vida nos volverá a cruzar.
Por Redacción.