Miles de familias recorren los rincones de los departamentos esteños para festejar el glorioso campeonato.
Las calles de Rivadavia, Junín y San Martín se tiñen de celeste y blanco en un solo grito de ¡dale campeón! Después de 28 años el sueño se vuelve a cumplir y esta selección hace historia.
Por redacción.