El hecho ocurrió el pasado sábado cuando una familia de obreros de las afueras del Departamento salió por menos de una hora de su casa.
En el momento en el que se ausentaron de la vivienda se convirtieron en víctimas de un robo. Entre las cosas materiales que perdieron en manos de los mal vivientes, habían medicamentos de gran valor que debe inyectarse una pequeña de diez años para no sufrir tanto dolor y poder tratar su artritis.
La familia Villaruel conformada por un matrimonio y sus tres hijos, vive en una humilde vivienda de calle Unión a unos 400 metros de la ruta 50 y es encargada de una finca de la zona, ubicada atrás de las vías. La misma, en el momento del acto delictivo había salido a visitar parientes, pero el viaje fue corto y duró menos de una hora, aunque el tiempo alcanzó para que los ladrones aprovecharán la ausencia momentánea.
Los delincuentes llegaron en un vehículo, probablemente en una camioneta, según las huellas marcadas en el barro, cargaron todo lo que encontraron, desde electrodomésticos hasta ropa, calzado e inclusive los remedios de la pequeña que tanto necesita.
Mientras el matrimonio intenta conseguir nuevamente el tratamiento para su hija, que cuesta alrededor de 15 mil pesos, un grupo de vecinos se solidarizó con la causa y comenzó una campaña de ayuda para que la familia Villarruel logre salir adelante del mal momento.
Por Redacción