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Carlos Ríos es de Junín y dedica parte de su jornada laboral a asistir a los que más lo necesitan. La mayoría de los trabajos los realiza en la zona Este.

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La solidaridad no tiene límite para Carlos Ríos, un joven de 35 años que, ni bien comenzaron los primeros fríos en Mendoza, decidió asistir con su propio trabajo a los que más lo necesitan.

El hombre es gasista matriculado y publicó en las redes sociales un mensaje ofreciendo su servicio de forma gratuita para aquellos que no están en condiciones de abonar para arreglar sus estufas o que necesitan realizar la revisión anual.

"Si sabés de algún abuelo o alguna persona que tenga problemas de calefacción o calefón, y no pueda pagar para que le solucionen el problema, escribime, soy gasista matriculado, se lo arreglo sin cargo. Se viene mucho frío y yo puedo dar una mano", publicó en su perfil.

"Ni bien publiqué la propuesta, mi celular no dejó de sonar. Realmente lo hago porque estoy todo el día en la calle y veo que hay mucha gente con necesidades. Gracias a Dios, trabajo tengo y mucho, sobre todo, en esta época del año, pero sentí la necesidad de ayudar", aseguró Carlos

Para imitar

El hombre está en pareja, tiene una beba de tres meses, y desde hace 15 años se desempeña como gasista en toda la zona Este. De acuerdo con su testimonio, su jornada arranca a las 8 y no tiene horario de retorno a casa.

"Durante la mañana y hasta las 17 o 18 realizo los trabajos que tengo con mi clientela, que es fija y de hace muchos años, luego me dedico a ayudar a las personas que lo necesitan", contó Carlos.

Desde el momento en que publicó el aviso, los llamados no pararon. Si bien intenta cumplir con todos, le resulta imposible porque la demanda es demasiada.

A la hora de contar el panorama que se encuentra en los hogares que requieren su ayuda, el profesional dijo: "Cuando entro a esos hogares se me parte el alma porque se trata de gente que realmente no tiene recursos. Es gente que tiene su estufa rota y no tiene con qué calefaccionarse, la casa es una heladera, literal".

"Hubo un caso que me marcó y fue cuando visité la casa de una mujer que estaba sola con sus hijos, no sé si era madre soltera o separada, pero ese panorama fue fuerte, sobre todo porque hace poco fui papá y es triste no poder brindar calefacción a los chicos", comentó.

También narró que la mayoría de las personas que lo consulta es de muy bajos recursos y que son muy agradecidas por su gesto. "Hasta el momento pude arreglar dos estufas que no funcionaban y eso reconforta el alma", contó.

Si bien su esposa lo apoya en la iniciativa, Carlos también confesó que a ella le gustaría que estuviera más tiempo en casa, compartiendo con la beba. "Es re entendible, pero también está bueno ayudar a la gente, lo hago desde lo más profundo de mi corazón", contó.

Los que realmente necesiten de su asistencia y no estén en condiciones de pagar pueden contactar al profesional mediante sus redes sociales. Lo importante es que las personas residan en la zona Este.

Fuente: El Sol