Virgilio, murió a los 93 años producto de varias complicaciones en su estado de salud.
Su labor estuvo vinculada al uso sustentable de la diversidad. Pilar fundamental en la investigación científica y entendimiento de la diversidad biológica de ecosistemas áridos.
El doctor Virgilio Germán Roig, un tenaz defensor de la vida animal y vegetal, creador del Iadiza e integrante de una notable familia que dio científicos y humanistas, murió a los 93 años por varias complicaciones en su salud.
Roig empezó los estudios agrarios en la Quinta Agronómica (hoy Parque Cívico) y los terminó en la sede de Chacras de Coria (donde fue docente), tuvo uno de sus primeros empleos en el desaparecido Instituto de la Vid y el Vino, que funcionaba en la calle Boulogne Sur Mer, y que en alguna medida fue precursor del actual Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).
Como quería estudiar la naturaleza, aprovechó al máximo las materias afines de Agronomía, como Botánica, Ecología y otras, pero paralelamente empezó a cursar asignaturas básicas en la Facultad de Ciencias Médicas (Anatomía, Fisiología y otras).
Cuando cesó en el instituto del vino, lo transfirieron al Zoológico como técnico, cuando el director era Gerónimo Sosa, también un gran defensor de los árboles. Luego pasó a Parques y Bosques (hoy Dirección de Recursos Naturales Renovables) y en 1969 el entonces interventor mendocino, general José Eugenio Blanco, lo nombró subsecretario de Economía.
Luego, tras un nuevo recambio de autoridades del Ejecutivo provincial, el gobernador Félix Gibbs lo nombró ministro de Economía. “Con ese poder en mis manos -evocó-, creamos el Instituto de Zonas Áridas a nivel local, institución que más tarde se convirtió en organismo nacional”.
El Iadiza cambió los lineamientos de la política y el conocimiento de la naturaleza de las regiones semidesérticas del país, con la actuación de hombres de avanzada en la botánica y la zoología, como Adrián Ruiz Leal, José Miguel Cei, y su hermano, Fidel Antonio Roig.
Tristeza en Ñacuñán
"Adiós don Virgilio Roig, gracias por todo…
Eternamente presente en la Reserva de Biósfera Ñacuñán y en el corazón de los Guardaparques", se detalló desde la página oficial.
Con información de Diario Diez