El austriaco Niki Lauda, tricampeón de la Fórmula 1, murió a los 70 años, informó su familia citada por los medios especializados.
"Con profunda tristeza, anunciamos que nuestro querido Niki falleció en paz con su familia el lunes, mayo 20, de 2019. Sus logros únicos como atleta y emprendedor estarán siempre presentes e inolvidables, su infatigable deseo de acción, su fortaleza, y su coraje son un modelo para todos nosotros, fue un amoroso y preocupado esposo, padre y abuelo fuera de su vida pública, y lo extrañaremos", escribió la familia Lauda.
La salud del piloto austriaco se agravó a comienzos de este año y tuvo que ser hospitalizado debido a una gripe fuerte, además de someterse a hemodiálisis en los últimos meses.
Nacido en Viena el 22 de febrero de 1949, Lauda debió desafiar a su familia para convertirse en piloto. Sus padres no querían que se dedicara al automovilismo y dejara su incipiente carrera como hombre de negocios, para seguir el legado familiar, que incluía banqueros y financistas.
Pero a Lauda lo apasionaban los autos: sabía de mecánica y tenía la ambición de ser el mejor. Tras hacer realidad su sueño, como piloto fue campeón de la máxima categoría del automovilismo en 1975, 1977 y 1984.
Compitió en 171 Grandes Premios, ganó 25, logró 54 podios y 24 poles. Corrió además para los equipos March, BRM, Ferrari, Brabham y McLaren. Sus tres títulos los logró con la marca italiana, en dos ocasiones, y el otro con la escudería alemana.
En 1976, el austríaco sobrevivió a un grave accidente en el Gran Premio de Alemania, donde sufrió graves quemaduras que le dejaron marcas de por vida. Pero la carrera profesional de Lauda no acabó en Nürburgring. Milagrosamente en menos de un mes y medio volvió a correr y a 42 días de ese terrible accidente (dos carreras después) volvió a estar en la grilla de largada del Gran Premio de Italia, donde finalizó cuarto.
En un principio la gente que se lo encontraba no podía sostenerle la mirada. No podían acostumbrarse a su nueva cara por las quemaduras sufridas. Pero eso a Lauda poco le importaba ya que su fuerte personalidad y determinación le permitieron seguir adelante.
Incluso, se realizó una película sobre su vida y su lucha por el campeonato de 1976, cuando competía con el británico James Hunt, quien terminó siendo campeón en dicho año.
Un año antes de retirarse como piloto allá por 1985, Lauda consiguió su tercer título al vencer por medio punto al francés Alain Prost.
Después de su carrera como piloto, Lauda siguió vinculado al automovilismo en distintos roles: como asesor técnico en Ferrari en los 90 y de Mercedes recientemente, en el que ayudó a cimentar el éxito de los alemanes, cinco campeonatos de constructores seguidos, y los cinco también de pilotos; entre 2001 y 2002 dirigió el equipo Jaguar, pero sin mucho éxito.
Más exitosa fue su aerolínea, Lauda Air, misma que vendió a Austrian Airlines en 2001 solo para fundar otra en 2003 llamada Niki pero que no tuvo el triunfo de la otra compañía. En 2018 Niki Lauda lo volvió a intentar con Laudamotion, misma que ya ha sido adquirida al 100% por Ryanair.
A finales de la década de los 90 comenzó a tener problemas renales y le llevó a dos cirugías de trasplante, primero en el 1997 y luego en 2005.
Desde hace un año Lauda visitó constantemente el hospital y debido a una serie de complicaciones por una gripe fuerte su salud se fue deteriorando y ahora el mundo de la Fórmula 1 llora la partida de uno de los grandes pilotos que tuvo la máxima categoría.
Fuente: medios