La Ley de Alquileres fue sancionada en julio de 2020, pero el próximo mes es cuando se notará en los gastos que tendrán que enfrentar los inquilinos.
A un año de la sanción de la Ley de Alquileres se empezarán a ver sus efectos en los contratos firmados en los últimos 12 meses, que tendrán que incrementar su monto de acuerdo al Índice para Contratos de Locación (ICL).
El ICL está compuesto por los índices de inflación y de los aumentos salariales. El sitio del Banco Central de la República Argentina (BCRA) existe una calculadora para determinar cuál será el incremento apropiado para cada contrato.
Desde la Federación de Inquilinos aseguraron que los contratos firmados en agosto de 2020 sufrirán este viernes un incremento del 43,56%. Pero en el BCRA se estimó que el aumento podría ser del 46%.
Hasta la sanción de la Ley de Alquileres los contratos estándar tenían una duración de dos años con incrementos semestrales, pero de acuerdo al texto actual deben se de un mínimo de tres con un ajuste anual en base al ICL.
Gervasio Muñoz, presidente de la Federación de Inquilinos Nacional, explicó que hay alrededor de 3 millones de hogares no poseen vivienda propia, y que la mitad de los ingresos de esas familias se va en el pago de los alquileres.
¿Qué cambió con la nueva ley de alquileres? a través de la Ley Nacional de Alquileres quienes firmen nuevos contratos tendrán algunos cambios: los incrementos serán cada 12 meses establecidos por un índice que tiene en cuenta la inflación y los salarios.
Además el contrato mínimo será por tres años, se pagará un solo mes de deposito, se amplían la gama de opciones de garantías, los contratos deberán ser inscriptos en la AFIP, las expensas extraordinarias quedan a cargo del locador, y los inquilinos podrán rescindir el contrato, en algunos casos, sin pagar penalidad.