Alberto Cormillot va a ser padre por tercera vez y quería compartir la feliz noticia él mismo. El profesional de la salud, de 82 años, aprovechó el aire en Cada Mañana, en radio Mitre, para hacer el anuncio. Si bien ya había dado pistas de que tenían ganas de agrandar la familia con su pareja, Estefanía Pasquini, con quien se casó hace casi dos años, esperó hasta ahora para dar a conocier la noticia. “La idea era confirmarlo a los tres meses y ayer Guillermo Andino me preguntó si había planes y no pude decir que no”, explicó en el ciclo de Marcelo Longobardi.
El nutricionista ya había manifestado en varias oportunidades que junto a su colega, de 34 años, querían tener un hijo. “Estefanía es joven, ella está muy entusiasmada con el que sería su primer hijo y yo también. Está hablado, no es una sorpresa”, había dicho ayer en Es por ahí, el ciclo que conducen Andino y Soledad Fandiño por la pantalla de América.
Cormillot es padre de René y Adrián, fruto de su relación con Monika Arborgast y tiene varios nietos. Ahora, a los 82 años, volverá a incursionar en el mundo de los pañales. “Hicimos varios acuerdos. Yo me despierto a las 3.45, así que de noche no puedo levantarme. Lo que estoy pensando es en qué lugar de la casa voy a poner un sofá-cama”, lanzó y agregó: “También hicimos un acuerdo respecto a pañales y a tareas hogareñas y muy posiblemente no sea tan colaborador”. Estefanía no ha hecho declaraciones al respecto.
Fue ella quien compartió las primeras fotos juntos y desde entonces no se separaron. Empezaron a mostrarse con cautela hasta que llegó la noticia de la boda, que tuvo lugar en diciembre de 2019. “Es verdad. Mi hijo quiere que hagamos una gran fiesta pero yo voy a hacer algo para la familia y algunos amigos, algo muy íntimo. Nunca faltan las personas que dicen ‘ella lo quiere por plata’, ‘él es un viejo verde’. Ella no es de los medios, y por más que yo trabaje hace 50 años y tenga más experiencia, sabemos que hay cosas que nos hacen pelota. No permito el concepto del ‘viejísimo’”, contaba antes de casarse en Pamela a la tarde.
Fuente: La Nación