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Fue luego de que Pablo Arancibia admitiera el femicidio de Florencia Romano. Las evidencias del caso dejaron al hombre sin excusas, por lo que prefirió pasar por un juicio abreviado.

"No tengo herramientas para poder cuestionar esta teoría del caso y las evidencias que las respaldan", decía en los últimos días del año pasado el representante legal de Pablo Arancibia (33). Y la situación no cambió con el correr de los meses. Este jueves, el hombre fue condenado por el femicidio de Florencia Romano (14), el crimen en Maipú que sacudió al país a mediados de diciembre.

La investigación policial de la División de Homicidios, liderados por la fiscal Claudia Ríos, fue tan certera que Arancibia no tuvo ningún recoveco para buscar salvar su situación. Desde hace un puñado de días que el hombre, a través del defensor oficial Rafael Manzur, venía negociando con la Fiscalía. El apretón de manos se concretó este jueves con la condena a prisión perpetua.

Pablo Arancibia no obtuvo ningún beneficio en la sentencia. Solamente evitó enfrentar a un jurado popular integrado por 12 ciudadanos que, probablemente, hubiera llegado al mismo desenlace. Pero la batería de evidencias fueron cartas fuertes para que tome la decisión de admitir el femicidio y recibir la sentencia directamente de parte del juez Federico Martínez.

La investigación se desenvolvió con testimonios y pruebas contundentes contra el acusado, lo que puso al Ministerio Público Fiscal en condiciones de elevar a juicio la causa en apenas dos meses. Este jueves, a 7 meses del hecho, el juez Federico Martínez dictó sentencia, comunicándole la pena máxima a Arancibia en instancia de juicio abreviado.

El caso está resuelto, al menos en cuanto al asesinato de Florencia Romano. Pero queda una esquirla pendiente que se esclarecerá en un juicio que todavía no tiene fecha. Será la que buscará determinar si hubo responsabilidad estatal, graficada en una operadora del 911 que está imputada por abandono de personas e incumplimiento de los deberes de funcionario público. La acusación sostiene que si le hubiera dado curso al llamado que advertía que estaban atacando a Florencia Romano, tal vez el desenlace hubiera sido distinto.

Las evidencias que lo condenaron

  • La necropsia determinó que la adolescente de 14 años fue asesinada a través de un traumatismo encefalocraneano y asfixia mecánica, es decir, fue brutalmente golpeada -tenía fracturas en el cráneo, la nariz, maxilar y tibia- y ahorcada. No murió por el corte en el cuello, que fue producido post morten.
  • Una cámara de seguridad del Metrotranvía captó a Pablo Arancibia reunirse con Florencia Romano a las 12:51 del sábado en las inmediaciones de las vías.
  • A las 18, Florencia Romano le envió a una amiga por Whatsapp la ubicación del domicilio donde ocurrió el hecho diciendo que estaba allí y que a la noche se iba a hacer un baile.
  • Además del vecino que realizó el llamado al 911 alertando sobre violencia de género, otro declaró que sintió "olor fuerte como que se estaba quemando alquitrán" y salía de la casa de Pablo Arancibia.
  • Aproximadamente a las 20, un vecino llevó en la caja de su camioneta al sospechoso hasta una estación YPF ubicada a pocas cuadras. Luego fue filmado comprando nafta y regresando caminando con el bidón.
  • La declaración del primo de Pablo Arancibia, quien lo ayudó a trasladar el cadáver de la menor de edad hasta calle Alsina creyendo que se trataba de un perro muerto.
  • El imputado por femicidio tenía rasguños y lesiones en los nudillos al momento de ser detenido.
  • En el domicilio del callejón Berra se encontraron cenizas en una cámara séptica y una mancha de sangre en el living que, según el ADN, era de Florencia Romano.

Femicidio en Maipú

El 12 de diciembre pasado, Florencia Romano se dirigió a la casa de Pablo Arancibia ubicada en callejón Berra. Se habían conocido días atrás por redes sociales. La adolescente de 14 años nunca más volvió a ser vista.

El hombre golpeó y ahorcó a la menor de edad en el interior del domicilio. Luego degolló e intentó quemar el cadáver en el patio de la vivienda. Le pidió ayuda al primo de su novia para transportar los restos "de un perro" y con esta coartada descartó el cuerpo de Florencia a pocos kilómetros.

El paradero de la joven fue un misterio y movilizó a toda la provincia. A la semana, el escenario era trágico: Pablo Arancibia era detenido junto a su novia -la mujer terminó sobreseída en la causa- y días después se encontró el cuerpo de Florencia Romano.

Fuente: Diario Uno