En un día complicado para todas las monedas emergentes, el dólar minorista cerró a $ 44,90, una suba del 2,8% respecto del día anterior, cuando había terminado en $ 43,67. Así, en el año el dólar acumula una alza del 16%, por encima del aumento de la inflación en el mismo período. En el primer bimestre, el aumento de los precios fue de 6,8%, a lo que habría que sumar el dato de marzo que según los analistas rondará entre 3,5 y 4%.
A nivel mayorista, el dólar quedó en $ 43,88, una suba de 2,9% en un solo día. Aun así, sigue estando en la mitad inferior de la zona de no intervención cambiaria, que va de $ 39,28 a $ 50,84.
Con la divisa rozando los $ 45, el Banco Central también subió la tasa de las Leliq que llegó a 68,29%, un alza de 83 puntos básicos. Es la tasa más alta desde el 1 de noviembre.
La de hoy fue la octava suba consecutiva del dólar, empujado por la incertidumbre política y económica local y por la inestabilidad general de las monedas de la región.
“Lo que hoy estamos viendo tiene nuevamente un origen internacional que en Argentina se potencia por la escasez de dólares. Cae el real, el peso mexicano, la lira turca. Hay mayor aversión al riesgo por temor a que el mundo se desacelere en forma mas rápida que lo que se esperaba y los inversores se refugian en activos dolarizados y en bonos de Estados Unidos”, plantea Nery Persichini, de GMA Capital.
Para Fausto Spotorno, del Estudio Ferreres, “hay algún factor internacional, pero no es solamente eso. En medio de la incertidumbre argentina, el dólar tiene más espacio para subir todavía. Aún no podemos decir que está caro".
"Más adelante vamos a tener una oferta más o menos sostenida de divisas”, plantea Spotorno en referencia a la liquidación de los dólares de la cosecha y a la venta de US$ 60 millones diarios por parte del Tesoro, que comenzará a implementarse a partir del 15 de abril. “Para mí, al dólar todavía le falta para llegar a la paridad teórica de equilibrio. De todos modos ese no es un límite duro, el dólar lo puede pasar por arriba. Algo de esta suba va a pegar en la inflación de marzo, pero no se va a notar tan claramente porque ya venimos con inflación alta”.
El tema de la inflación no es menor. Hasta mediados de febrero, la divisa subía por debajo del ritmo del alza de precios. De hecho, en enero la inflación fue de 2,9% y entre el 2 de enero y el 6 de febrero la moneda bajó de $ 38,74 a $ 38,40 en el mercado minorista. A partir de allí empezó una suba lenta y pausada que lo llevó a superar los $ 40 a fines de febrero y que se aceleró en los últimos días de marzo.
Persichini indica que “con esta depreciación reciente aumenta el tipo de cambio en el corto plazo, pero a la vez la inflación termina licuando esa ganancia. El tipo de cambio más alto significa una balanza de servicios más equilibrada, menos importaciones y menos argentinos viajando por el mundo, pero al mismo tiempo todo aumento del dólar pasa bastante rápido a precios y otra vez se deteriora el tipo de cambio real”.
Y agrega que en el contexto preeleccionario y en medio del acuerdo con el FMI el margen de acción del Gobierno es acotado. “El FMI no quiere que los dólares se desperdicien manteniendo el tipo de cambio en un valor que no es de paridad. Esa es la letra chica del acuerdo. Por eso, estas dos o tres semanas que quedan para el ingreso fuerte de dólares del campo y del Tesoro suena a larguísimo plazo. En ese escenario se pierden las referencias. Ya no sabés si el dólar es caro o barato”.
Fuente: Diario Clarín