El jefe de Gabinete, Marcos Peña, le reveló al Congreso de la Nación que la cantidad de argentinos que pagan el Impuesto a las Ganancias aumentó un 62,5% desde enero de 2016, por lo que ya afecta a 1.939.994 asalariados, jubilados y pensionados.
Peña confirmó así que el Gobierno no cumplió con otra de las promesas electorales. En septiembre de 2015, en plena campaña, apareció un spot televisivo de 12 segundos en el que Mauricio Macri sostenía: “El Estado no tiene que quedarse con el fruto de tu trabajo”.
“En mi gobierno –agregaba el por entonces candidato, con subtitulado en mayúsculas– los trabajadores no van a pagar Ganancias. Ese es mi compromiso”. El movimiento sindical venía de realizarle una decena de marchas al kirchnerismo para que eliminara el impuesto.
Con casi tres años de gestión gubernamental, además de la ampliación del universo de contribuyentes que pagan Ganancias, asoman otras promesas de campaña que, al menos por ahora, el gobierno de Cambiemos no concretó.
Inflación
“No, no, qué va a ser difícil… la inflación es la demostración de tu incapacidad para gobernar. En mi presidencia la inflación no va a ser un tema”. En una entrevista concedida a un medio de Bahía Blanca, Macri –como candidato presidencial– repetía que, entre otros problemas por afrontar, la inflación no sería uno de ellos.
Sin embargo, en su primer año de gestión, el por entonces ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, llevó la inflación del 23% al 40,3%. En 2017, la inflación fue del 25% y este año no será menor al 42%.
Pobreza cero
“Es nuestro horizonte, la meta que da sentido a nuestras acciones y nos indica el rumbo, y el índice por el cual el Presidente pide y acepta que se juzgue el éxito de su gestión”, decía Cambiemos en su presentación electoral. En 2016, el INDEC dijo que la pobreza cerró en 30,3% alcanzando a 13,3 millones de argentinos. En 2015, durante la gestión presidencial de Cristina Fernández, esta medición no fue publicada. Para la Universidad Católica Argentina, en 2015 había sido de 28,7%.
En 2017, el INDEC informó que la pobreza alcanzaba al 28,6% de la población, y para el primer semestre de este año, se ubicó en un 27,3%. Se espera un salto importante para la medición del segundo semestre de este año por el impacto de la devaluación del peso y de la recesión económica.
Retenciones
En octubre de 2015, la Sociedad Rural, Coninagro y Confederaciones Rurales realizaron una protesta en el Obelisco bajo la consigna “No maten al campo”. Mauricio Macri les reiteró en esa oportunidad a los dirigentes rurales que en su gobierno “se eliminarán las retenciones”. Macri cumplió en parte: llevó a cero, por ejemplo, el impuesto para algunos granos como el maíz y el trigo, pero para la soja impuso un cronograma de reducción mensual del 0,5%. El acuerdo con el FMI y la crisis económico-financiera que ahogó al país llevaron a Cambiemos a proponer una tasa tope de retenciones del 33% para cualquier producto en el Presupuesto 2019.
Jubilaciones
El 6 de noviembre de 2015, en Jujuy y acompañado por el candidato a gobernador, el radical Gerardo Morales, Macri dijo que se comprometía a pagar el 82% móvil a los jubilados. “Es un compromiso concreto y tenemos que tender a eso”, afirmó. En septiembre, la jubilación mínima ascendió a $8.637,10. En los primeros meses, las jubilaciones mínimas habrán subido un 19,2%, bastante por debajo de la inflación, sobre todo en alimentos, servicios y medicamentos, los ítems más consumidos por el sector.
Ajuste
“Hay que expandir la economía, nunca ajustar. Yo no he hablado nunca de ajustar”, había dicho Macri en el mismo debate presidencial. Los términos del acuerdo con el FMI imponen un severo ajuste, que en lo inmediato se traduce en un brusco freno de la actividad económica, continuidad de los aumentos de la energía y de los servicios públicos.
Devaluación
“¿Vas a devaluar?”, le preguntó el periodista Jorge Rial a Macri el 29 de septiembre de 2015, un mes antes de las elecciones presidenciales.
“No pasa por ahí la Argentina, no vamos a devaluar. Es mentira de él (en alusión a Scioli). Ellos son los que han devaluado el peso como nadie en el mundo”, fue la respuesta. El 10 de diciembre de 2015, las importaciones y las exportaciones argentinas se hacían con un dólar a 9,75 pesos mientras que el paralelo rondaba los 16 pesos.