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La provincia de Mendoza en la mañana de hoy experimienta la falta de gasoil y en algunos puntos también hay faltante de nafta súper.

"No hay gasoil". Apenas un par de días después de la suba de precios que llegó al 14%, automovilistas y transportistas se desayunaron con el cartel en distintas estaciones de servicio del Gran Mendoza durante la mañanade este viernes, y algunas, ante el riesgo de quedarse sin stock, ya optan por poner un tope a la venta del combustible.

Es parte de los coletazos del último aumento de precios. Si bien muchos mendocinos que se movilizan en auto optaron por cargar menos e incluso bajar de calidad para ahorrar (una reacción normal ante aumentos fuertes), en el sector transportista están en alerta por el abastecimiento. 

Sucede que al subir más los valores mayoristas o a granel (hasta 20%), de a poco las empresas, para pagar menos, empezaron a  enviar sus camiones a las bocas de YPF, que adoptan una política conocida: racionalizar las ventas, o como también se llama "poner un cupo" al expendio o modificar la forma de pago.

De hecho muchos surtidores de la Provincia esta semana empezaron a restringir la carga de gasoil a no más de 200 o 300 litros por venta, lo que obliga a buscar si el objetivo es llenar el tanque antes de iniciar un viaje. Una postal que se repite en distintos puntos de expendio, sobre todo los ruteros, algunos de los cuales sólo aceptan efectivo .

De ahí que en la YPF de Perdriel (Luján) con el correr de las horas se hiciera cada vez más extensa la cola de camiones a la espera de poder proveerse de gasoil común. Como el caso de Gastón (35), cuyo peregrinar lo llevó hasta la estación de Puente Olive, en Godoy Cruz.

Pero no fue todo, porque la falta de diesel común ($104,60 por litro) lo obligó a cargar premium, que desde el martes es 12% más caro ($127). "Como llenar el tanque son unos 600 litros y hay unos $15 mil de diferencia, tuve que pedir autorización a la empresa. La verdad es que está complicado moverse así", comentó Gastón.

De un camión cisterna diario a un envío cada tres días. Desde que el martes se renovó la pizarra por segunda vez en un mes, y a pesar del pedido al área de distribución de la destilería en Luján, así se maneja la YPF del lugar, cuyo depósito doble tiene capacidad para unos 150 mil litros: de ese total, un 40% corresponde a diesel, pero al mediodía del jueves sólo restaban unos 10 mil del tipo premium.

Según el supervisor, Julio Cerón "el aumento del martes fue por el problema mundial con el petróleo. Pero ya desde antes se hablaba de reacomodar los precios, y ahora no sabemos qué va a pasar".

Historia repetida

Ya sobre la ruta 40, la situación se reitera aunque con más o menos visibilidad. "No hay Diesel 500. No hay Infinia Diesel. No hay nafta súper", reza un cartel a la entrada de otra YPF, donde aseguran llevar tres días sin gasoil.

Mientras los automovilistas entran y pasan de largo, los responsables de la playa de carga asumen un hecho concreto: a partir del pedido de reposición al área comercial de la petrolera (usualmente unos 11 mil litros de combustible), las entregas de combustible se recortaron hasta 50%.

"Estamos teniendo inconvenientes con el diesel, que por ahora son intermitentes, durante algunas horas. Habrá que monitorear como sigue la situación, pero también hay que tener en cuenta que estamos con la cosecha", consideró un empresario del sector, donde más allá de la coyuntura señalan que Argentina siempre tuvo déficit de diesel, que obliga a YPF a importarlo.

Luego de una reunión con CECHA, su cámara madre a nivel nacional, en Buenos Aires, desde AMENA (Asociación Mendocina de Expendedores de Nafta y Afines) reconocieron la problemática, no sin atribuírle escala nacional. Y anticiparon que emitirán un comunicado al respecto en el transcurso del viernes.

Para Daniel Gallart, presidente de APROCAM (Asociación de Propietarios de Camiones de Mendoza) "aún no es masivo pero con el correr de los días se va a percibir. Hubo un corrimiento de la demanda porque aumentó más el precio del combustible a granel, lo que no tiene lógica; el Gobierno priorizó el consumo de la gente y aplicar un ajuste más fuerte al sector que "no se ve". Pero hay que tener en cuenta que Argentina importa 30% del gasoil que consume".    

Una recorrida por el radio de Capital permite descubrir que cada operador sigue su propia estrategia para sostener las ventas, como el cambio en la modalidad de cobro. Y del lado de los clientes, lo dicho: con el ajuste de precios, más allá de quienes volvieron a inclinarse por un combustible más económico, el promedio de carga bajó de $2000 a al menos $1.500.

"No sabemos cuánto tiempo va a durar la escasez de diesel. Mientras tanto, la decisión es que los camiones tendrán que pagar en efectivo", indicaron desde la estación ubicada en la intersección de Morón y Salta, de Ciudad. Un punto de venta donde, al menos ayer, el gasoil premium también estaba en falta.

Algunos recuerdan que la situación ya se había dado entre 2012 y 2013, cuando se combinaron los faltantes de volúmenes, un incremento de la demanda y al mismo tiempo, como ahora, saltos marcados de precios. Un cuadro que ahora abre interrogantes sobre el futuro próximo de un mercado de combustibles que, entre la tensión internacional y el movimiento interno, promete más noticias. 

Fuente: Sitio Andino