Este lunes, llegada casi la medianoche, Guillermo Consoli, histórico dueño del mítico boliche "Nonquen”, hizo su descargo en su redes sociales y contó todas las verdades sobre lo que “se dice” del lugar.
En su cuenta de Facebook publico un extenso texto que detalla hechos y gran parte de la verdadera historia del boliche que marcó una época de nuestras vidas.
En un posteo titulado como “La verdadera historia de Nonquen” asegura que “ Este mito es una obra maestra, y digna de ser creída por los ateos y las personas ignorantes.” “Si la cuestión en la vida, pasara por acumular riquezas, hay formas no tan dignas y más rápidas de hacerlo, pero no tan fantasiosas como las que dicen. Nuestras puertas, siempre han estado abiertas para que vengan y vean, que esas habladurías, no existen”, aseguró el propio dueño.
¿De dónde el viene el nombre Nonquen?
“Su significado vino de la fonética de una niña al decir: No onquen más (no ronquen más) a sus muñecos. Por eso quedó la palabra “Nonquén” desde hace más de 40 años”, relató Consoli en su publicación.
“Estatuas, ni una”, relata con énfasis y prosiguió, “Aquí en este hogar y en esta familia, se cree en Dios, no en figuras siniestras y nefastas”.
La muerte accidental de dos de sus hijos es narrada con detalles: “El destino y Dios decidió llevarse en accidentes a dos personas muy especiales, buenas y de corazón enorme”., comienza contando Guillermo. “Nuestro hijo menor tuvo un accidente en 1995, llevando a una chica a su casa, hija de un alto directivo de la municipalidad de Maipu, a quien su familia no retiró del boliche y sus hermanos que trabajaban en el boliche, a quien su familia no vino a buscar”, continua narrando, “y él, velando por su seguridad fue a llevarla a su casa, perdiendo la vida al regreso, por la salida abrupta de un camión conducido por Juan Carlos Alvarez, nombre que jamás voy a olvidar. Lo hizo en contramano y salió de acoplados Maldonado, sobre Carril Rodriguez Peña.”, relata con detalle.
“Nuestro hijo mayor, también sufrió un accidente, trabajando, en el año 1999, al ir a timbrar factureros a AFIP, cuando fue encerrado por otro vehículo sobre acceso este, dejándolo con heridas que dieron lugar a un desenlace fatal luego de una semana en el hospital”, cuenta Consoli sobre la muerte de otro de sus hijos. “Hay que respetar la decisión de Dios, dicen que quienes son tan buenos, siempre se van, pero siempre… quedan en el corazón de quienes aquí estamos“. “Seguramente Dios tuvo mejores planes para ellos”, “Es difícil para una familia perder a sus hijos y vivir sin ellos”, aseguró Guillermo sobre las grandes pérdidas humanas que sufrió la familia.
“Allí arrancaron con el mito”, prosiguió, “La tristeza que se vive te deja sin fuerzas para trabajar y para salir a pelear, por habladurías e infamias”. “Hay que tener empatía y respeto, ponerse en el lugar del otro antes de opinar”, sentenció.
El extenso y detallado relato continúa: “La segunda parte, arranca luego de la tragedia de Cromañón”. “ ya cansados de tanta injusticia, daños y sufrimiento por las perdidas familiares, se comenzó a desistir de este trabajo” “Finalmente cansados y tristes, decidimos cerrar las puertas a tres meses de la tragedia de Cromañón”, escribe.
En su narración dedica varios párrafos a quienes han escrito artículos sobre lo que hoy es una leyenda: “Allí se levantó la leyenda urbana en medios de comunicación.”, comienza contando Guillermo, “La misma, haría crecer en popularidad a un supuesto escritor, quien muy inteligentemente, uso seudónimos para hablar del lugar y sus dueños, no respetando ni siquiera la memoria de quienes no estaban en vida para defenderse y de los hijos, nietos, mi persona y resto de la familia aún presentes”, “además, tomó la base de lo que se decía en la calle y le agregó muy estrategicamente, puntos de lectura atrapantes, para generar en la gente la credibilidad de tal infamia. Introduciendo sus textos hasta en algunos colegios no creyentes”, “…antes de crear tal leyenda se debería haber informado de la veracidad de sus dichos y el daño a causar, algo que esta en manos de la justicia”, sentenció.
“No entendemos tanta maldad, …el daño moral y económico que acarrearía”, continuó con su relato. “¿Te gustaría que alguien levantara tal infamia contra vos?…
y que consecuentemente la misma, afecte toda tu vida?”, escribió.
“Estamos cansados! y todo está en manos de la justicia”, enfatizó llegando al final, “Es la única forma que encontramos de romper el silencio y acabar con tanta infamia”. Finaliza la publicación.
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Por Redacción.
