A las ligas deportivas se les hace agua a la boca con el poderío financiero de los gigantes estadounidenses de internet, Amazon, Facebook o Google, pero de momento estas compañías prefieren avanzar con lentitud, en particular con el fútbol, en vez de invertir masivamente en los derechos de retransmisión.
Un acercamiento que simboliza la primera incursión del mastodonte del comercio en línea, Amazon, en la escena futbolística británica tras adquirir el pasado 8 de junio un pequeño lote de una veintena de partidos, por un montante que no fue comunicado, pero que debería ser limitado.
"Demuestran una cierta prudencia al no lanzarse por los grandes lotes. La idea parece ser comprobar cuál puede ser el impacto sobre los abonados del servicio Prime, van paso a paso" comenta Thomas Coudry, analista de medios para Bryan Garnier.
Prime es un servicio de Amazon que permite beneficiarse de contenidos digitales y envíos gratuitos para sus compras en la web. Resulta incluso más estratégico para el grupo, que los 100 millones de abonados que reivindica tener en el mundo, dado que gastan dos veces más en promedio en sus mercados que los clientes no abonados.
Esta precaución se refleja en todas las inversiones de plataformas de internet en derechos deportivos.
Aunque Twitter retransmite en Estados Unidos los partidos de la NFL, la liga de fútbol americano, y Amazon la NHL, de hockey sobre hielo, raramente se trata de lotes importantes de productos.
Habituados a pensar a nivel mundial, los gigantes de internet no encuentran una estructura que les parezca demasiado alentadora en los derechos de retransmisión deportivos, con la venta de licencias exclusivamente en los mercados nacionales.
"El cine y las series tienen un coste global; se gasta una vez y potencialmente se puede llegar al mundo entero. Por el contrario, los derechos deportivos son locales, un modelo comercial totalmente diferente, que permite menos economía a escala" precisa Coudry.
Florence Le Borgne, responsable del sector de medios de la Idate, estima de todos modos que "la voluntad de estos actores, al final, será presionar a los propietarios de los derechos para proponerles un territorio más grande que su país. Sería más interesante para ellos".
La difusión deportiva es el negocio de las cadenas de televisión como beIN Sport o Sky, y para las plataformas de internet es una forma de mejorar la fidelidad de su base de clientes frente a sus servicios.
"El principal negocio de Amazon, es el comercio electrónico", recuerda Coudry.
"Prime Video puede ser visto como un producto de reclamo, del mismo modo que el contenido audiovisual puede ser considerado como un coste de adquisición y de fidelización de clientes. Pero en estos momentos es difícil justificar con este título cientos de millones de euros en derechos deportivos", añade.
"Amazon está obsesionado por su crecimiento y poco habituado a intentar cosas que no hagan aumentar su actividad principal. Todo lo que entra en el fortalecimiento de Prime, a través principalmente de un refuerzo de la oferta de vídeo, va en ese sentido",
Ahora bien, los ingresos adicionales generados por los abonados Prime podrían ampliamente amortizar la importante inversión necesaria para retransmitir una temporada completa de Premier League o Ligue 1.
Por su parte las ligas deportivas podrían encontrar un interés en desarrollar otro tipo de servicios con la intención de generar nuevos tipos de ingresos.
"Con un actor comercial como Amazon, ¿por qué no incluir el merchandising, con el objetivo de diversificar las fuentes de ingresos? Trabajar con este tipo de actores, con una suscripción barata, evitaría al fútbol que su destino sea el mismo de la Fórmula 1″, que ha perdido su público a fuerza de vender muy caro, anticipa Florence Le Borgne.