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A fines de 2019, un informe presentado por Unicef, llamado "Las víctimas contra las violencias", analizó los datos de los casos de abuso sexual registrados en Argentina durante los dos años anteriores.

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Del mismo surgió que el 90,1 por ciento de los agresores pertenecen al género masculino, mientras que las mujeres representan el 4,4 por ciento de los autores de los delitos sexuales.

De ese dato se desprende que sólo el 1,5 por ciento de las agresoras femeninas son madres de las víctimas, sobre un total de 5.043 casos que fueron analizados.

En la mayoría de los casos, las progenitoras acusadas por los abusos a sus hijas o hijos, suelen quedar comprometidas por encubrimiento o por corrupción de menores, es decir, por facilitar los hechos o explotar sexualmente a las víctimas.

Por ese motivo, cuando días atrás ingresó a la Unidad Fiscal de Rivadavia-Junín una denuncia contra una mujer que habría cometido vejaciones con acceso carnal contra su hija menor de edad, los detectives policiales y judiciales sabían que estaban ante un caso inédito.

El caso se inició después de que la niña, de unos 10 años, le reveló a otros familiares sobre los abusos a los que, presuntamente, estaba siendo sometida por parte de su progenitora.

Una vez realizada la presentación judicial, la causa quedó bajo la órbita del fiscal de instrucción Carlos Giuliani, quien a través de las pruebas reunidas ordenó la semana pasada la detención de la mujer, de 34 años.

Según difundió diario El Sol, La cámara Gesell que se le hizo a la niña y un informe del Programa Provincial del Maltrato Infantil (PPMI), complicaron a la acusada. En las entrevistas, la pequeña habló de una situación de abuso sexual de parte de su madre, señalaron fuentes judiciales.

Y agregaron que las vejaciones se perpetraron en los últimos años, después que la mujer se separó del padre de sus dos hijos (tiene una niña y un varón).

Aparentemente, los abusos ocurrieron durante los momentos en que ambas quedaban solas, en su casa de Rivadavia, cuando la sospechosa manoseaba en sus partes íntimas y accedía carnalmente a su hija con los dedos. Los hechos se habrían cometido en reiteradas oportunidades, surge del expediente.

Con el material probatorio reunido, el representante del Ministerio Público imputó a la mujer por abuso sexual con acceso carnal en concurso con abuso sexual simple agravado por el vínculo y por la guarda, en concurso real por tratarse de un número indeterminado de hechos.

Tras ser formalmente acusada, la sospechosa fue trasladada el jueves al Penal de Mujeres, quedando alojada en el sector de Admisión, debido a que era la primera vez que ingresaba a una cárcel.

Ahora, los detectives del caso aguardan esta semana por el resultado del examen psicológico realizado a la acusada. Tras eso, lo más probable es que el fiscal Giuliani solicite la prisión preventiva, sentenciaron las fuentes consultadas.

Fuente: Diario El Sol