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José Luis "Kote" Bolognezi salió de su casa para asistir a un cumpleaños. Fue la última vez que lo vieron con vida. En la madrugada encontraron su cuerpo en un baldío de San Martín, frente a la estación de servicio de GNC La Jirafa. El asesinato produjo conmoción en el departamento, y los vecinos y la familia del joven participaron en más de cien marchas para pedir justicia, algo que nunca encontraron.

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Esto sucedió un 14 de septiembre de 2002, el Kote, como le decían sus amigos, tenía 19 años. A dos décadas de aquel aberrante hecho, su memoria no descansa en paz porque simplemente su causa no tuvo el final que todos esperaban.

Por el crimen llevaron adelante dos juicios. El primero concluyó en 2009 y los jueces Carmen Alicia Coronel, José Balliro y Pedro Bernardo Carrizo absolvieron a los dos imputados por falta de pruebas. La Suprema Corte de Justicia anuló la sentencia y ordenó realizar un nuevo juicio, que comenzó en noviembre del 2013. Los magistrados Ariel Spektor, Viviana Morici y el presidente del tribunal, Eduardo Orozco, absolvieron a los imputados.

La necropsia fue contundente porque José Luis había sido estrangulado y su muerte se produjo porque la falta de oxígeno desencadenó una deficiencia cardíaca congénita que seguramente jamás le hubiera producido Kote ningún problema si no hubiera sido sometido a semejante presión en el cuello.

Los abogados querellantes en la causa por el crimen de José Luis presentaron una petición frente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a fin de que el organismo internacional evalúe la responsabilidad del Estado frente a las numerosas irregularidades que presentó la investigación.

Mientras una corte internacional se expide, la memoria de los sanmartinianos sigue activa y recobra energía cada 14 de septiembre en memoria de Kote, un jóven de 19 años, al que no lo dejaron vivir.

Por redacción