La Universidad Católica Argentina arrojó un informe que indica que el 31,3% de la población urbana (12.700.000 de personas) cayeron por debajo de la línea de la pobreza en todo el 2018, que no poseen ingresos para comprar alimentos y demás productos de una canasta básica. Además, tienen entre una y tres carencias sobre 6 indicadores básicos, como alimentación, vivienda, salud, educación, trabajo y servicios básicos.
Es la cifra más alta desde 2010. En relación a 2017, cuando obtuvo un 26,6%, se agregaron 1.900.000 nuevos pobres. Los más afectados son las clases medias bajas, los trabajadores y los sectores más pobres, en un contexto de aumento de la desigualdad social.
Los datos corresponden a la nueva medición de la pobreza por ingresos y multidimensional de 2010-2018 del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. La novedad de este relevamiento es que va más allá de comparar el ingreso de los hogares con el valor de las canastas básicas, la llamada “pobreza por ingresos” o “pobreza monetaria”. Toma en cuenta y combina con otras carencias básicas de los hogares y por eso se conoce como “pobreza multidimensional”.
Fuente: UCA