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El Globo vencía 3 a 1 a Ferro de La Pampa cuando los hinchas locales se empezaron a pelear entre ellos. Mauricio Romero (DT del equipo pampeano), como el resto de los protagonistas, se salvaron de milagro.

Lo que debía ser una fiesta en el marco de un partido de fútbol en donde Huracán Las Heras cerró una campaña muy mala con un triunfo espectacular, terminó siendo una jornada sangrienta, llena de violencia y en donde no se lamentaron víctimas fatales solo de casualidad.

Iban 33 minutos del partido que el Globo le ganaba por 3 a 1 a Ferro Carril Oeste de General Pico en el estadio General San Martín, de calle Olascoaga. El elenco mendocino acababa de convertir el tercer tanto y sentenciaba el encuentro.

En ese momento, en la popular local comenzó una pelea entre los hinchas. Primero fueron trompadas, pero después empezaron a los tiros. En ese momento estaban todos los protagonistas dentro del campo de juego, más unas mil personas en las tribunas. Todos comenzaron a correr desesperadamente.

Producto de la balacera, el técnico del equipo pampeano, Mauricio Romero, sufrió una herida de bala calibre 22. El proyectil le rozó el brazo a la altura de la axila y una esquirla lo alcanzó en el hombro. Está vivo de milagro. Un poco más hacia el pecho, el cuello, o la cabeza, era una tragedia.

Y Romero se salvó como el resto de quienes estaban adentro de la cancha y en las tribunas. El partido fue suspendido y ahora el Consejo Federal determinará cómo proceder ante este hecho gravísimo y de escasos antecedentes dentro de una cancha, en el fútbol argentino. Algunos auguran un castigo ejemplar.

Antes de la barbarie, el equipo de Matías Minich estaba concluyendo la temporada en el Federal A con un notable triunfo 3 a 1, gracias a los goles de Bruno Nasta, Agustín Verdugo y José Méndez. Para Ferro de La Pampa había empatado transitoriamente Emanuel Del Bianco.