Un hombre de 68 años quedó detenido luego de golpear y ocasionarle la muerte a otro individuo que lo estaba "cargando" por una dificultad en el habla. El sospechoso fue víctima de varias burlas y por ese motivo, tras cansarse de la situación, le pegó una piña en el pecho. Este hombre se fue del lugar y a los pocos metros cayó desplomado y falleció. El agresor fue imputado de homicidio preterintencional, un delito excarcelable.
Un hombre, identificado como Raúl Celestino Mammole (73), apareció descompuesto a unos 100 metros de la subcomisaría Coquimbito, sobre la calle Justo José Urquiza. Un vecino fue quien le pidió ayuda a los policías de la dependencia y salieron para auxiliarlo.
Los efectivos solicitaron una ambulancia del Servicio de Emergencia Coordinado a través del Centro Estratégico de Operaciones. Sin embargo, al no querer esperar, otro vecino lo cargó en un auto y lo llevó de urgencia a la guardia del Hospital Diego Paroissien, donde llegó sin signos vitales.
Antes de fallecer, explicó que había estado con un conocido de él, a quien llaman el "Tarta", y que habían estado "jugando" a modo de broma. Luego de identificar a este sujeto, supieron que ese tal "Tarta" es un comerciante de la zona llamado Carlos Jesús Bustos (68). El negocio está cerca de la Bodega Eclipse de calle Urquiza.
Personal policial de la subcomisaría Coquimbito y de la Unidad Investigativa de Maipú trabajaron con los testimonios y hablaron con Bustos. Este hombre, quien padece una dificultad en el habla porque es gangoso, explicó que Mammole había llegado a su local y hubo una discusión.
"Mammole estuvo molestando y gastando al tal "Tarta" y este le pegó una piña en el pecho. Ahí se fue del lugar, se descompesó y falleció", explicaron las fuentes.
El caso quedó en manos del fiscal Gustavo Pirrello, de Homicidios, quien espera por los informes finales de la necropsia. Esto porque, aparentemente, el hombre fallecido tenía problemas cardíacos.
Sin embargo, con las testimoniales hasta el momento, en las próximas hora iba a ser imputado por el delito de homicidio preterintencional, es decir, entienden que del golpe resultó la muerte de la otra persona pero no con la intención de ocasionarle ese daño fatal.
Este delito es excarcelable porque el mínimo de la pena es de 2 años y podría ser condenado hasta 6 años de cárcel en caso de ser hallado culpable, según establece el Código Penal.
Carlos Bustos quedó demorado y a disposición de las autoridades de la subcomisaría Coquimbito hasta que el fiscal decida los pasos a seguir y a la espera de los informes.
Fuente: Sitio Andino