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Nidia Angulo recibió un disparo en la cabeza mientras prestaba servicio en la Subcomisaria El Sauce. El principal sospechos sería su ex pareja, quien también pertenece a la fuerza policial y se habría entregado confensando ser el autor del hecho. Al momento de ser hallada le habían sustraído su celular y el arma reglamentaria. La principal hipotesis que manejan los investigadores es que se trataría de un femicidio.

La investigación comenzó con la hipótesis de un suicido pero rápidamente dio un vuelco y se transformó en un femicidio. El caso de la policía que fue hallada muerta la mañana de este viernes en la subcomisaría El Sauce, en Guaymallén, provocó la inmediata reacción de los investigadores cuando detectaron que cerca del cuerpo no estaban ni su arma reglamentaria ni su teléfono celular.

Con el paso de los minutos, el fiscal de Homicidios Gustavo Pirrello ordenó la aprehensión de dos policías, un varón y una mujer. El uniformado sería la ex pareja de la auxiliar fallecida y quedó complicado con la instrucción porque confirmaron que se trató de un homicidio. La mujer policía también quedó en la mira.

Para los detectives que trabajan en el caso, se está frente a un asesinato. Y por eso el representante del Ministerio Público dispuso el secuestro de las armas de los aprehendidos para ser peritadas. Además, pasadas las 11 continuaban buscando la pistola calibre 9 mm de la auxiliar fallecida, identificada como Nidia Angulo.

De acuerdo con la información, Angulo mantuvo hasta hace no mucho tiempo una relación de pareja con un policía. Por causas que son motivo de investigación, se separaron y el hombre entró en pareja con otra miembro de la fuerza.

Al parecer, hubo una discusión la mañana de este viernes en el interior del edificio de calle Tirasso y todo terminó en tragedia. Angulo fue asesinada y el agresor escapó, aunque no estaba claro quién era el autor del hecho.

Cuando llegaron los compañeros de la víctima hasta el lugar la encontraron sobre una cama como si estuviese descansando. Sin embargo, al acercarse notaron que tenía un disparo en la cabeza y que había perdido mucha sangre. Dieron aviso al 911 y de inmediato comenzaron a trabajar en la hipótesis del suicidio.

Con el paso de los minutos, un efectivo se entregó en la subcomisaría Campos y se puso a disposición de la Justicia. Por eso se ordenó su aprehensión hasta que avance la causa.