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El laboratorio argentino que entregaría las dosis de Sputnik V pendientes del contrato oficial con una empresa rusa puso en pausa ese proyecto con la terminación de los últimos 1,4 millones de unidades y se concentra, ahora, en un hub regional para vacunas de distintas plataformas en Pilar con otras compañías.

Desde noviembre, el Estado no volvió a solicitar ese producto, con la llegada de las vacunas de Moderna y Pfizer: el país recibió el 68% de los 30 millones de dosis acordadas con Rusia por una ampliación del contrato; más de la mitad fue el primer componente. Para esa fecha, también cae la aplicación de la vacuna rusa.

La última entrega de Laboratorios Richmond al Ministerio de Salud de la Nación ocurrió el 26 de noviembre, de acuerdo con las actas de recepción de vacunas para Covid-19. Fueron 608.000 dosis, entre 455.250 del primer componente y 152.750, del segundo. Desde la empresa, informaron que hoy no se están produciendo dosis con Rusia.

“No abandonamos Covid –aclaró el empresario–. El principal objetivo de la planta va a ser la biotecnología, con vacunas de varias plataformas y entre las que van a estar las de Covid, dentro de una gama de productos que se puedan producir ahí. Hoy no se está produciendo [Sputnik], se tiene un stock, se está haciendo transferencia de tecnología y se está trabajando con otras compañías en un hub de vacunas regional multiplataforma.”

Una fuente del sector planteó que la participación en el acuerdo con Rusia no habría sido el esperado en términos de ingresos. “Bajaron los índices de rentabilidad del laboratorio, sobre todo por la falta de poder de negociación”, indicó.

Figueiras, en tanto, definió la intervención de Richmond en la adquisición de vacunas para Covid como “un aporte” y destacó haber sido parte “de la épica”, como así también poder “acudir al mercado de capitales con más de 70 inversores privados y públicos para reunir casi US$100 millones para la construcción de una planta de biotecnología”.

Fuente: La Nación